Unos meses antes de presentar el Frente Ahora River junto a
su compañero Andrés Ballota, Matias Patanian recibió a Cultura Riverplatense en las oficinas que la empresa
donde trabaja posee en la calle Honduras. Allí, habló de todo: política,
institución y fútbol. Aquí, lo más destacado de su opinión sobre la situación
de River en los dos últimos ítems.
- ¿Cómo
observa la situación actual de River a nivel futbolístico e institucional? No
sólo el presente, sino todo éste proceso que se ha vivido en el último año y
medio.
- Con un descenso bajo el brazo, cualquier análisis que se
haga va a ser pésimo. De pésimo, para abajo. Yo no me puedo abstraer de que
River descendió. Decirlo me parece ridículo e inesperado. No tengo la capacidad
para olvidar lo que pasó y no catalogar a esta gestión de pésima. Estar
conducido por un tipo como Passarella, que no busca consenso, que no busca
nutrirse del mundo River en todos los aspectos, hace que todo sea caótico. Que
no haya reuniones de Comisión Directiva, que todos los pases que se realicen
estén sospechados, y después lo futbolístico: un River que vuelve a Primera
luego de un año dramático, tratándose de acomodar y con el humor de la gente
que varía según si la pelotita entre o no.
- Entonces, la gestión de Passarella es pésima. ¿Ese es el
calificativo?
- Muchachos… River descendió. Lo que pasa es que nos
acostumbramos, pero esto es el descenso del Manchester, del Real Madrid. Es una
cosa que hay que entenderla bien.
- Pero el descenso, ¿es toda la culpa de Passarella?
- Todos los que participamos de aquella elección, sabíamos
la herencia que recibíamos. Yo no acepto como excusa, hablar hoy de la herencia
cuando ya pasaron tres años de que se fue el anterior gobierno, y el que todos
sabemos lo que fue. Entonces, te repito: todos los que nos presentamos,
sabíamos lo que recibíamos. Si no lo sabían, no entiendo para qué se
presentaron.
Passarella tuvo un año y medio para revertir la situación. Y
el que fue a patear tachos a la AFA para demostrar un disguto, fue él. El que
se peleó con todo el fútbol argentino y con Grondona, fue él. El que trajo a
Bordagaray, fue él. Por supuesto que también venía influido por cuatro años
pésimos de Aguilar. El primer mandato de Aguilar no fue tan malo como el
segundo. Pero en el 2009, todos sabíamos lo que recibíamos y como venía
influenciado por los errores. De hecho, el leitmotiv de la campaña era ese: la
herencia que se iba a recibir.
Fuente: Cultura Riverplatense
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